Maderas y aparatos eléctricos destacan entre las casi 40 toneladas de residuos recogidos en los minipuntos limpios en 2020
El Área de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, que dirige el consejero Javier Rodríguez Medina, recogió en 2020 a través de los minipuntos limpios itinerantes instalados en nueve municipios de la isla un total de 39.174 kilos de residuos domésticos, es decir, casi 40 toneladas. En 2019, estas instalaciones móviles, que se repartieron en esa ocasión por ocho municipios, recibieron 34 toneladas (34.233 kilos) de residuos.
Los minipuntos limpios tienen como objetivo facilitar a la ciudadanía los puntos de entrega de fracciones de residuos, además de promover la recogida separada, especialmente de aquellas de mayor potencial contaminante y que se generan en menor cantidad. El pasado año, los minipuntos limpios estuvieron en los municipios de Vilaflor, Granadilla, San Miguel, Fasnia, La Victoria, Santa Úrsula, El Tanque, Icod de los Vinos y El Rosario.
“Con este tipo de instalaciones se busca acercar a la ciudadanía la separación en origen de los residuos, así como contribuir a la sensibilización en esta materia”, resalta el consejero insular del Área de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático.
Entre los residuos depositados en los minipuntos limpios destacan la madera, con 9.114 kilos recogidos, seguido de aparatos eléctricos y electrónicos, con 7.718 kilos; pinturas y barnices, con 5.109: papel y cartón, con 4.446 kilos; plástico, con 4.123; ropa y calzado, con 1.875; y pilas, con 1.671 kilos. El mes de 2020 en el que se contabilizaron más residuos depositados en los minipuntos limpios fue agosto, con 7.417 kilos, seguido de octubre, con 5.811; y noviembre, con 4.171. El mes en que menos residuos se depositaron en estas instalaciones móviles fue abril, con 751 kilos, que coincidió con el periodo más duro del confinamiento.
Rodríguez Medina recuerda que los minipuntos son “equipamientos móviles para la entrega de los residuos, que se ceden a los municipios con el fin de que los ubiquen en la vía pública y faciliten a la ciudadanía la entrega de fracciones que no van en los contenedores de calle”. “Para cada fracción de residuos existe una boca de entrega, que está convenientemente identificada con información del tipo, forma de entrega y cantidad del residuo”, explica.