La ULL participa en un consorcio europeo para mejorar las técnicas de generación de energía marina en Canarias
Son muchos los esfuerzos que se están llevando a cabo para conseguir la producción de electricidad a partir de fuentes de energía renovables marinas. En este contexto se está evaluando el potencial de las aguas de Canarias como emplazamiento para un despliegue a gran escala de dispositivos eólicos emplazados en medio oceánico, así como de dispositivos para el aprovechamiento de Energía Renovable Marina (ERM), basados en el movimiento hidrodinámico de las corrientes marinas y la fuerza de las olas.
El éxito de las industrias de ERM y eólica marina depende de maximizar la captura de energía y minimizar el tiempo de inactividad. Ahora bien, el rendimiento del dispositivo y la precisión del sensor se ven afectados negativamente por el crecimiento de organismos marinos con capacidad incrustante, lo que reduce la eficiencia y la confiabilidad de estos elementos, mientras que las estrategias anti-incrustantes disponibles hasta el momento son costosas y requieren mucho tiempo para su aplicación. Además, la contaminación biológica también reduce la precisión de las boyas de datos y los sensores que se utilizan para evaluar el recurso hidrodinámico y el rendimiento del dispositivo.
Si bien la contaminación biológica ha sido un problema conocido desde hace varios siglos, el despliegue de estas tecnologías energéticas en el mar crea varios problemas únicos. Las universidades de La Laguna y de Las Palmas de Gran Canaria están trabajando junto con el Centro Internacional de Tecnología Insular de la Universidad Heriot-Watt, en Escocia, y la empresa Aquatera para abordar estos obstáculos. La publicación británica especializada Offshore Energy se ha hecho eco del proyecto.
El equipo de investigación está analizando detenidamente cómo y dónde se produce la bioincrustación y su impacto en los sectores de ERM y eólico marino. Los investigadores también están monitoreando los impactos que produciría sobre el lecho marino tanto el despliegue como el posterior desmantelamiento de semejantes infraestructuras energéticas. En esta fase de la investigación se están utilizando las instalaciones de la Sección de Náutica de la Universidad de La Laguna para la realización de ensayos, instalación de paneles y observación del progreso de la actividad biológica marina por medio de técnicas de imagen, desde que se instaló la primera estructura piloto para la observación de bioincrustaciones en julio de 2020, un trabajo que se extenderá hasta octubre 2021.
Entre los trabajos de campo se incluye igualmente la obtención de datos y pruebas experimentales sobre la efectividad de diversas formulaciones de revestimientos anti-incrustantes en entornos marinos semejantes a los que se dirigen estos sectores de generación energética. El catedrático de Electroquímica y Corrosión de la Universidad de La Laguna, Ricardo Souto, explica que la sociedad enfrenta grandes desafíos al usar energía y recursos para minimizar la contaminación, debido a la degradación ambiental. “Por eso se desarrollan materiales de alto rendimiento para aplicaciones que no tienen lugar en la corteza terrestre de forma natural, por lo que requieren estrategias de protección que a menudo involucran especies químicas peligrosas para el medio marino”, señala el investigador. “Las posibilidades emocionantes de desarrollo de procesos novedosos que reduzcan drásticamente el impacto ambiental gracias a investigaciones colaborativas entre la industria y los centros académicos son un gran desafío dentro de este proyecto”.
Otro de los socios, Andrew Want, de la universidad escocesa, señala que el proyecto brinda una “valiosa oportunidad para estudiar la bioincrustación y probar los revestimientos anti-incrustantes n estas aguas”. De hecho, la bioincrustación varía entre ubicaciones, y las estrategias para mitigar mejor este problema pueden mejorarse con el mayor conocimiento de las especies locales. “En última instancia, esperamos brindar una guía basada en evidencias para ayudar a la industria de ERM en nuestro objetivo social de descarbonizar la generación de electricidad de una manera ambientalmente responsable”.
Por su parte, Natalia Rojas, de la empresa Aquatera, apunta que esta investigación es la primera de su tipo realizada para las industrias de EMR y eólica marina en Canarias. “La colaboración entre la industria y la academia escocesa, con gran experiencia en EMR y eólica marina, y con las universidades canarias ha sido sumamente positiva para apoyar el desarrollo de estos sectores en el archipiélago”.