La ULL conoce de cerca el Malpaís de Güímar y libera cuatro pardelas en su Programa de Concienciación Ambiental
La Universidad de La Laguna ha celebrado esta semana otra sesión de su Programa de Concienciación Ambiental, una iniciativa que permite conocer mejor los problemas que atenazan a los espacios naturales de la isla de Tenerife y la necesidad de su preservación. Así, el Vicerrectorado de Infraestructuras y Sostenibilidad, organizador de este evento, ha profundizado en el conocimiento de la situación de los microplásticos en la cosa de Arico, las especies invasoras en la Mesa Mota de La Laguna y recientemente los valores biológicos del Malpaís de Güímar.
El desarrollo de esta actividad tuvo dos partes: la celebración de un foro online acerca de esta reserva natural, protagonizado por el catedrático de Ecología José Ramón Arévalo y por Candelaria Martín, profesora contratada doctora del área de Petrología, en el que se expusieron los valores biológicos y edafológicos de la zona, con el objeto de contar con un marco teórico acerca de las principales características de la zona.
El ecólogo definió este espacio protegido como una zona costera con orientación sureste, con escasas precipitaciones y condiciones áridas casi desérticas, marcado por un clima oceánico poco afectado por el cambio climático y suelos altamente salinos. Las unidades de paisaje que se distinguen son antiguos cultivos, cardonal, arenas interiores, franja costera, Montaña Grande, Morras del Corcho y el tabaibal dulce.
No existe en la actualidad plantas endémicas propias en esta zona, donde sí se dan 62 especies de líquenes y 210 fanerógamas. La cercanía tanto a la costa africana como a la europea hace difícil distinguir las especies nativas de las importadas, se trata pues de un proceso dinámico en constante revisión. Con todo, el Malpaís goza de un alto grado de conservación y cuenta con especies muy interesantes, con más de 400 especies de invertebrados, 24 vertebrados y 3 reptiles. Las especies exóticas e invasoras sí tienen presencia en la zona, explicó el ecólogo, sumándose así a una situación general de la isla, si bien algunas de ellas están poco extendidas.
Al día siguiente, se llevó a cabo una ruta de siete kilómetros a pie en este espacio protegido, con la colaboración del Club Deportivo Aguavenque, la Fundación Canaria Telesforo Bravo Juan Coello, el área de Gestión del Medio Natural y Seguridad del Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Güímar. Gracias a la participación de la entidad ATINA se liberaron cuatro pardelas en el transcurso de la visita, que estuvo acompañada por el técnico de turismo del Ayuntamiento de Güímar, Javier Sosa, como guía. Además, se recogieron algunos residuos vertidos en este medio natural.
Esta actividad estuvo organizada por la Universidad de La Laguna, a través de su Vicerrectorado de Infraestructuras y Sostenibilidad, en colaboración con la Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambientales del Área de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife.