El Tablero tendría un futuro extraordinario con el Ecoeje
El próximo fin de semana se celebra el Festival Rural de Creación Las Eras, que reivindica la historia de un área en el límite entre Santa Cruz de Tenerife y El Rosario
El pasillo por el que se cuelan los alisios hacia el mar, una tierra de cultivo de calidad, el territorio que acoge cuatro yacimientos arqueológicos de la cultura guanche y las eras, donde se trillaba el cereal, se pelaban los higos para hacer porretas y se fraguaban noviazgos. Todo eso y mucho más es El Tablero que, sin embargo, es uno de los enclaves más desconocidos de la capital tinerfeña estando como está en la frontera entre Santa Cruz de Tenerife y El Rosario, municipio al que perteneció originariamente.
Todo empezó sobre el año 2004, cuando el planeamiento de Santa Cruz de Tenerife colocó una calle sobre la era de Los Trujillo. Ese fue el detonante que movilizó a los vecinos en defensa de su patrimonio etnográfico y lo que dio origen al Festival Rural de Creación Las Eras, que este año celebra su novena edición. La cita será los días 6, 7, 8 y 9 de septiembre.
El festival se ha convertido en un medio para reivindicar la historia, el patrimonio y la idiosincrasia de El Tablero según Felipe Díaz, una de las cabezas visibles del mismo. Durante los días en que se celebra, el barrio acoge espectáculos de danza contemporánea, música electrónica, exposiciones de pintura y fotografía, teatro, perfomances, “todo lo que quepa dentro del ámbito cultural”, afirma Felipe Díaz. “Es una forma de acercar la cultura que no llega a los barrios y a los pueblos, queremos que la gente de El Tablero tenga la oportunidad de ver aquí cosas sin tener que desplazarse a otros sitios”.
En torno al festival, además, se ha formado un grupo que llaman “los amigos de El Tablero”. Lo forma gente que es asidua y que no viven aquí. Los resume de una manera gráfica Carlos Mora: “no vivo aquí pero soy de aquí”. O Ana Martín, a la que hace dos años invitaron como artistas “y me quedé”. Es lo que los creadores del festival llamaban “tablerizar Santa Cruz, porque es una zona desconocida de la capital.
Junto a las manifestaciones artísticas, los organizadores del Festival Rural de Creación Las Eras proponen un debate dedicado a un tema en concreto, desde la soberanía alimentaria a la energética hasta la cultura descentralizada -el tema de este año-, pasando por el Proyecto Ecoeje, que fue la estrella del año pasado y del que forma parte El Tablero.
Al amparo de ese proyecto, Felipe Díaz cree que El Tablero “podría ser el ejemplo de un futuro sostenible. Estamos en un sitito en que ni somos rurales ni somos urbanos, pero sí hay mucha cosa que recuperar y donde se podrían crear muchos puestos de trabajo. Tenemos un territorio idóneo para las energías alternativas, como la eólica, o la solar; estamos en una zona con un desnivel aprovechable para el agua y generar energía. El Tablero tendría un futuro extraordinario y capacidad para ofrecer terrenos para cultivarlos para mucha gente que, en la zona mas baja de este distrito, que es Añaza, que no tiene donde trabajar”.
Pero para que el Ecoeje se convierta en la oportunidad que necesita El Tablero, Felipe precisa que primero haría falta formación e información; formar a la gente en agricultura ecológica, en energías renovables, las aplicaciones de que puede haber. Y hace hincapié en que el sector primario no es sólo trabajar la tierra, “sino también la transformación de los productos que tenemos. Antiguamente en El Tablero la gente hacía porretas, secaban los higos picos al sol y eso se guardaba porque era la reserva alimentaria para el invierno. Y los higos picos, que los vemos por todos lados, tienen cantidades de transformaciones, desde las clásicas porretas, a mermeladas, dulces…”.
En su época, desvela Felipe, en los alrededores se sembraban cebollas para sacar semillas que se exportaban a Estados Unidos, “a los dueños de los terrenos les daban las semillas y el agua y luego ellos cultivaban y les daban las semillas. Aquí se trillaba el trigo, o la cebada; se majaban los chochos, estaban unos cuantos días recogiendo higos y los apilaban en las eras, en pleno verano, y por las tardes noches quedaban con los vecinos para pelarlos y era un punto de encuentro y reunión de todos ellos donde se cantaba, se empezaban noviazgos, se comía y se hacía de todo”.
El Tablero, que pertenece a Santa Cruz de Tenerife, pero tiene el corazón en El Rosario, como cuenta Felipe Díaz, fue en su día la despensa de la capital tinerfeña. Tiene múltiples recursos y ahora, bajo el paraguas del Proyecto Ecoeje, una oportunidad para salir del ostracismo. Recorrer El Tablero es descubrir un territorio rico en muchas cosas y el Festival Rural de Creación Las Eras la excusa perfecta para darse una vuelta por allí.