El Cabildo trabaja en solucionar la avería de la estación de bombeo del Barranco de Troya
El consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medina, se desplazó a la EBAR para supervisar la actuación, y destaca que “se activaron todos los protocolos para proceder de forma inmediata al cese del vertido una hora después de que se produjera” y ha destacado que el operativo de respuesta ha incluido la desinfección de la zona y la activación del protocolo de vertido al mar para analizar la calidad de las aguas.
El Cabildo de Tenerife, a través del Consejo Insular de Aguas (Ciatf), trabaja en solucionar la avería producida esta mañana en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) ubicada en Adeje, en el Barranco de Troya, junto a la playa del mismo nombre, entre los municipios de Arona y Adeje, y que ha inundado la sala de bombas de esta instalación.
La incidencia ocurrió sobre las 10.45 horas y una hora después ya se había producido el cese del vertido de agua tras proceder antes a parar la estación de bombeo y derivar el agua residual al emisario de evacuación de emergencia. Asimismo, camiones cisternas para vaciar la zona inundada de la estación y desinfectar. Del mismo modo, se activó el protocolo de evacuación de emergencia ante las autoridades pertinentes, en este caso Sanidad del Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Adeje.
En estos momentos se sigue trabajando para que la EBAR vuelva a su normal funcionamiento en las próximas horas y todo apunta a que la avería se produjo en la zona del tubo de impulsión.
El consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medina, quien se desplazó al lugar junto a técnicos del Ciatf, subraya la “rápida respuesta a la avería y el operativo desplegado” y señala que “una vez se produjo la avería en la estación de bombeo de aguas residuales se activaron todos los protocolos para proceder de forma inmediata al cese del vertido, lo que sucedió aproximadamente una hora después”.
Rodríguez Medina matiza que el vertido no fue de gran volumen “debido a la escasa generación de aguas residuales que se está produciendo en la actualidad en la zona por la reducida actividad turística”, además de que ya el agua “había pasado previamente por un desbaste, etapa del proceso que elimina los sólidos más gruesos”.
El consejero insular remarca que la actuación de respuesta ha incluido la desinfección de la zona afectada con hipoclorito sódico y un limpiador biológico de aromas persistentes y la activación del protocolo de vertido al mar para analizar la calidad de las aguas.