El Cabildo supervisa el desarrollo del proyecto de compostaje comunitario en Tegueste y Tacoronte
El consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, Javier Rodríguez Medina, ha visitado hoy algunos de los lugares donde se está desarrollando el proyecto piloto denominado Comunidades Circulares, que comenzó a ejecutarse antes de este verano y que promueve la corporación insular en colaboración con la Universidad de La Laguna (ULL) y los ayuntamientos de La Laguna, El Rosario, Tegueste y Tacoronte.
Precisamente, fue en estos dos últimos municipios (zonas de Pedro Álvarez y Finca Zamorano, en Tegueste, y Quinto Centenario y La Atalaya, en Tacoronte), donde el consejero, que estuvo acompañado en cada uno de ellos por la alcaldesa de Tegueste, Ana Rosa Mena, y el alcalde de Tacoronte, José Daniel Díaz, juntos con sus respectivos ediles de Medio Ambiente, Manuel Martín y Carmela Díaz, además de técnicos y técnicas del área, pudo comprobar in situ la marcha de esta iniciativa que trata de la implantación de los primeros ejemplos demostrativos de gestión integral de biorresiduos (fracción orgánica) a través del compostaje comunitario.
El consejero recordó que Comunidades Circulares es un “ambicioso proyecto que persigue visualizar el ciclo de la transformación de los residuos orgánicos a la ciudadanía participante en la iniciativa” y busca el “desarrollo de un modelo propio de gestión local y descentralizada de los biorresiduos adaptado a las características y necesidades de la isla, donde tenemos que dejar de hablar de residuos y comenzar a hablar de nuevos recursos”.
La iniciativa, que pretende como objetivo final extenderse al resto de municipios de Tenerife, cuenta con un presupuesto global de 164.355 euros, de los que 37.716 euros son con cargo a una subvención de la convocatoria estatal Ayudas Residuos 2020 y el resto lo abona el propio Cabildo. El proyecto ha delimitado 19 zonas de compostaje y/o vermicompostaje (técnica que consiste en un proceso de biooxidación y estabilización de la materia orgánica, mediado por la acción combinada de lombrices de tierra y microorganismos) entre los cuatro municipios participantes en esta fase (en concreto, dos zonas especializadas en vermicompostaje, en Tacoronte, y 17 zonas que son específicas de compostaje o que lo combinan con vermicompostaje: dos Tegueste, tres La Laguna, cinco en El Rosario y siete en la ULL).
En estas zonas se ubican tres o seis módulos en los que se hará el proceso de creación de compost, así como un cajón para el almacenamiento del material estructurante necesario. En el caso del vermicompostaje se ha desarrollado un prototipo de vermicompostera comunitaria.
La idea es que participen finalmente en la iniciativa 2.085 personas para tratar biorresiduos procedentes de domicilios particulares, comedores universitarios, mercados de productos frescos locales, huertos urbanos agroecológicos y centros educativos. En principio, se usarán solo biorresiduos de origen vegetal. La cantidad estimada de biorresiduos tratados cuando se alcance el total de unidades participantes es de 213 toneladas métricas (Tm) al año, mientras que 61,3 Tm/año es el compost que se producirá aproximadamente.
Las personas y entidades participantes en la iniciativa, que reciben también una formación previa en esta materia, decidirán la distribución y el uso del compost resultante, y que podría ir a huertos urbanos, centros educativos, entidades sociales, etcétera. Asimismo, se ha llevado a cabo una campaña de información y concienciación ciudadana coordinada alrededor de las zonas de compostaje, con la que se quiere dar a conocer tanto el proyecto y promover la participación ciudadana como crear una cultura y dinamización alrededor de la gestión diferenciada y descentralizada de los biorresiduos, su consideración como recurso local a través del compostaje, el cuidado del suelo y la importancia de conceptos como la producción agrícola local, respetuosa con el entorno y la soberanía alimentaria.