El Cabildo invierte 6,4 millones de euros en una nueva Planta de tratamiento de Lixiviados
La infraestructura ubicada en el Complejo Ambiental de Tenerife permitirá que los líquidos de los residuos puedan ser procesados como recurso para baldeo, riego, construcción o protección contra incendios, entre otros usos
El Cabildo de Tenerife ha iniciado hoy (jueves 18) las obras de reforma y mejora de la Planta de Tratamiento de Lixiviados ubicada en el Complejo Ambiental de Tenerife (Arico). La infraestructura cuenta con un presupuesto de 6,4 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de seis meses. Una vez concluida la actuación, la Planta de tratamiento de Lixiviados permitirá transformar todos los líquidos que se generan en la gestión de los residuos en agua como recurso para usos urbanos o agrícolas, como pueden ser para el baldeo, construcción, protección contra incendios o riego, entre otros aprovechamientos.
La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, y el director insular de Residuos, Alejandro Molowny, visitaron hoy el Complejo Ambiental de Tenerife con motivo del inicio de los trabajos. Blanca Pérez explica que “seguimos avanzando según la hoja de ruta que nos hemos marcado en la gestión de los residuos en Tenerife. El contrato de gestión de residuos contempla una serie de obras e infraestructuras que hay que desarrollar con el objeto de mejorar la prestación del servicio y esta planta de lixiviados es una infraestructura necesaria para tratar la totalidad de los líquidos que provienen de la gestión de los residuos para transformarlos en agua que se pueda reutilizar”,
El director insular de Residuos, Alejandro Molowny, indica que “la planta va a gestionar toda la parte líquida del residuo en dos fases distintas: principalmente, una primera etapa de ósmosis y una segunda de deshidratación de los concentrados resultantes. De la fase de ósmosis lo que vamos a obtener es agua que podemos utilizar que se denomina ‘permeado’ y que se puede aplicar para baldeos, obras de construcción dentro del propio complejo, sistemas de protección contra incendios o para riegos. Es importante porque un 90% del lixiviado lo vamos a poder convertir en agua reutilizable”.
“La parte del concentrado lo vamos a deshidratar y ese producto obtenido lo utilizaremos, tras el análisis y conclusiones de un proyecto de investigación, para mezclar con áridos y cementos para emplear en la construcción, convirtiéndolo así en un recurso. El proceso por el cual vamos a hacer el deshidratado lo haremos con energías sobrantes del Complejo Ambiental de Tenerife. Con el calor generado en los gases de escape de los grupos de valorización energética del biogás nos posibilitará desarrollar el sistema de deshidratación”, concluye Molowny.