El Cabildo de Tenerife pone en marcha un proyecto para impulsar el compostaje comunitario en la isla
El Cabildo de Tenerife, a través del Área de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, ha puesto en marcha en colaboración con la Universidad de La Laguna (ULL) y los ayuntamientos de La Laguna, El Rosario, Tegueste y Tacoronte un proyecto piloto denominado Comunidades Circulares, que se desarrollará en los citados municipios y que persigue la implantación de los primeros ejemplos demostrativos de gestión integral de biorresiduos (fracción orgánica) a través del compostaje comunitario.
El consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medina, explicó que esta ambiciosa iniciativa “se ha diseñado como una estrategia para avanzar hacia el desarrollo de un modelo propio de gestión local y descentralizada de los biorresiduos adaptado a las características, necesidades y recursos de isla”. El consejero remarcó que la Comunidades Circulares busca, con la colaboración de diferentes entidades públicas, “visualizar el ciclo de la transformación de los residuos orgánicos a la ciudadanía participante en la iniciativa”, que sigue la filosofía “de dejar de hablar de residuos y empezar a hablar de nuevos recursos”, recordando que “entre el 47 y el 49% de los residuos que llegan al Complejo Ambiental de Tenerife son materia orgánica”. Detalló que este proyecto arrancó en febrero pasado y que se comenzará a ejecutar antes del verano una vez concluya el periodo de captación y formación de las personas participantes.
Rodríguez Medina estuvo acompañado en la presentación de Comunidades Circulares de la vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad de la ULL, María Montserrat Acosta; el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Laguna, Jose Luis Hernández; el concejal de Transición Ecológica del Ayuntamiento de El Rosario, Fidel Vázquez; la concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Tacoronte, Carmela Díaz, y el concejal de Medio Ambiente y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Tegueste, Manuel Martín Rocha.
La vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad de la ULL subrayó que “este proyecto que hoy se presenta permite consolidar la iniciativa piloto Campustaje, que lleva a cabo esta institución académica en varios campus”. “La ULL es de la pocas universidades españolas que tiene un proyecto comunitario para la gestión y aprovechamiento in situ de los biorresiduos generados”, recordó Acosta.
Por su parte, los representantes municipales de las localidades participantes agradecieron la puesta en marcha del proyecto Comunidades Circulares, por su carácter de sensibilización y conciencia ambiental, así como su vocación educativa y de participación ciudadana.
Esta iniciativa, que pretende como objetivo final extenderse al resto de municipios de Tenerife, cuenta con un presupuesto global de 164.355 euros, de los que 37.716 euros son con cargo a una subvención de la convocatoria estatal Ayudas Residuos 2020 y el resto lo abona el propio Cabildo. El proyecto ha delimitado 19 zonas de compostaje y/o vermicompostaje (técnica que consiste en un proceso de biooxidación y estabilización de la materia orgánica, mediado por la acción combinada de lombrices de tierra y microorganismos) entre los cuatro municipios participantes en esta fase (en concreto, dos zonas especializadas en vermicompostaje, en Tacoronte, y 17 zonas que son específicas de compostaje o que lo combinan con vermicompostaje: dos en Tegueste, tres en La Laguna, cinco en El Rosario y siete en la ULL).
En estas zonas se ubicarán tres o seis módulos en los que se hará el proceso de creación de compost, así como un cajón para el almacenamiento del material estructurante necesario. En el caso del vermicompostaje se desarrollará un prototipo de vermicompostera comunitaria.
La idea es que participen en la iniciativa 2.085 personas para tratar biorresiduos procedentes de domicilios particulares, comedores universitarios, mercados de productos frescos locales, huertos urbanos agroecológicos y centros educativos. En principio, se usarán solo biorresiduos de origen vegetal. La cantidad estimada de biorresiduos tratados cuando se alcance el total de unidades participantes es de 213 toneladas métricas (Tm) al año, mientras que 61,3 Tm/año es el compost que se producirá aproximadamente.
En la actualidad, se está formando al personal técnico encargado del seguimiento, monitorización y control de las zonas de compostaje del proyecto, para asegurar su buen funcionamiento.
El compost resultante se repartirá entre las personas participantes en la iniciativa, que recibirán también una formación previa en esta materia. Asimismo, se desarrollará una campaña de información y concienciación ciudadana coordinada alrededor de las zonas de compostaje, con la que se quiere dar a conocer tanto el proyecto y promover la participación ciudadana como crear una cultura y dinamización alrededor de la gestión diferenciada y descentralizada de los biorresiduos, su consideración como recurso local a través del compostaje, el cuidado del suelo y la importancia de conceptos como la producción agrícola local, respetuosa con el entorno y la soberanía alimentaria.