¿Consumes comercio local? Contribuye con el desarrollo de tu ciudad
¿Consumes comercio local?
El consumo local o economía local hace referencia al esfuerzo colaborativo para construir economías basadas en productos de la localidad, comarca o región. Específicamente en el ámbito de la alimentación, hace referencia a la producción, procesamiento, distribución y consumo integrados para mejorar la economía, medio ambiente, salud y relaciones sociales de un lugar en particular, y se considera parte de un movimiento más amplio, como es el del movimiento sostenible.
Los sistemas de consumo local son una alternativa a los modelos de corporaciones globales donde los productores y los consumidores están separados por una cadena de procesadores/manufactureros, intermediarios y especuladores. Con el incremento en la escala de los sistemas industriales de alimentos, el control de la calidad se encuentra en mayor medida en manos de los mediadores.El desarrollo de sistemas de alimentación locales tiene beneficios no sólo medioambientales, sino también sociales y económicos a través de la mejora en las relaciones sociales locales.
Comer productos locales es bueno para la economía local. Un euro gastado en productos cercanos genera el doble para la economía local.
Los productos son más frescos y naturales, y siempre serán más saludable para el organismo que otros que requieran conservantes, congelación o estabilizantes para alargar su periodo de consumo.
La comida local sabe mejor, ya que un producto recolectado en su punto óptimo de maduración tiene mucho más sabor que uno recolectado prematuramente por condicionantes del transporte.
Consumir de esta forma reduce emisiones de gases contaminantes, porque el transporte de los productos desde lugares lejanos provocan elevadas emisiones de CO2.
Comemos productos de temporada, que son más sanos y económicos.
La comida local es variada, un agricultor que no produce industrialmente puede dedicarse a producir una variada gama productos.
Se impiden monopolios que alteran los precios de origen. El 80% de los productos son distribuidos por empresas que imponen los precios finales, y qué y cómo se produce.
Comprando a los productores locales contribuyes al desarrollo sostenible de sus tierras y negocios.