El Cabildo y Fundación ENDESA impulsan un proyecto para proteger la Violeta de Guajara y el Cardo de Plata en el Teide
La presidenta insular, Rosa Dávila, señala que el objetivo “es garantizar el futuro de estas especies exclusivas que están amenazadas”
El Cabildo de Tenerife y Fundación ENDESA pondrán en marcha un proyecto para la preservación de la Violeta de Guajara y el Cardo de Plata, dos especies exclusivas del Parque Nacional del Teide. Este convenio, aprobado por el Consejo de Gobierno, busca reforzar la supervivencia de estas plantas emblemáticas cuya existencia está gravemente amenazada.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, explica que “este proyecto busca garantizar un futuro para estas especies, promoviendo la creación de nuevas poblaciones en entornos controlados y adecuados que aumenten sus posibilidades de supervivencia”
El convenio contempla dos líneas de actuación principales. Por un lado, la creación de una nueva población de la Violeta de Guajara mediante la construcción de un cerramiento protector, la erradicación de herbívoros y la plantación de ejemplares en un hábitat similar al original. Por otro lado, se impulsará la creación de una población de Cardo de Plata mediante la instalación de un recinto vallado que permita proteger los nuevos ejemplares y asegurar su desarrollo. La Fundación ENDESA aporta 43.437 euros para el proyecto, que se ejecutará durante este invierno y el verano de 2025.
Especies amenazadas
La Violeta de Guajara y el Cardo de Plata estuvieron entre las más amenazadas del mundo hace algunas décadas, y aunque las acciones de conservación realizadas hasta ahora han logrado evitar su desaparición, su situación sigue siendo crítica. Actualmente, la población de la Violeta se limita a un pequeño reducto de dos hectáreas en la Montaña de Guajara, a 2.700 metros de altitud mientras que el Cardo de Plata, con menos de diez localidades conocidas, enfrenta retos similares por su distribución limitada y su vulnerabilidad ante los cambios ambientales.
La Violeta de Guajara, descubierta en 2020, es un hallazgo excepcional que resalta la riqueza biológica del Parque Nacional. Este descubrimiento fue el primero de una nueva especie de violeta en Tenerife desde la visita de Humboldt en 1799.