Tenerife, Isla del Bien Común
El desarrollo sostenible, ambiental, económico y social, se fundamenta en la confluencia de los intereses del sector empresarial, la ciudadanía y el sector público, pues todos los agentes deben tener metas compartidas. Bajo este prisma, el Área de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, por medio de las Asociaciones Federal y Canaria para el Fomento de la Economía del Bien Común, desarrolla el programa “Tenerife, Isla del Bien Común” que, con un alto carácter participativo de la ciudadanía, acogerá por fases a empresas, municipios e isla en su globalidad, para implantar el modelo económico y de gestión de la Economía del Bien Común (EBC).
Basado en los valores de democracia y transparencia, sostenibilidad ecológica, dignidad humana y solidaridad, el modelo de la EBC ha sido avalado recientemente por el Comité Económico y Social de la UE. En concreto, se busca una economía real cuyas actividades produzcan un impacto social y ambiental positivo. El modelo económico actual imperante promueve la competitividad en los mercados y mide los resultados sólo en función de los beneficios financieros, sin considerar lo que debe ser aportado al bien común. En el modelo de la EBC, el éxito económico no es medido solo por indicadores monetarios como el beneficio financiero, sino por el “Balance del Bien Común”, un sistema reconocido internacionalmente para la evaluación objetiva y a cargo de un evaluador externo, que, a diferencia del balance económico-financiero convencional, se basa en los cuatro valores referidos al principio de este párrafo, y que aparecen en las constituciones de los países democráticos del mundo. Éstos valores habrán de ser caracterizados y evaluados en los distintos ámbitos de actividad de las organizaciones, en concreto: proveedores, financiadores, empleados, clientes/ciudadanos, productos, servicios, actividades y entorno social, puntuando positivamente las buenas prácticas y negativamente las no deseables.
Las primeras actividades del programa “Tenerife, Isla del Bien Común” se han dedicado al proyecto “Empresas del Bien Común”, en colaboración con la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, que han consistido en la difusión del modelo y consultorías para su implantación entre las empresas interesadas. Concretamente, se han celebrado en la Cámara de Comercio jornadas de difusión del modelo, talleres prácticos para conocer las herramientas a utilizar y los indicadores y criterios de la EBC, para pasar a constituir grupos “peer” de empresas que trabajan en equipo para la implantación del modelo en sus organizaciones y obtener el denominado balance del bien común.
La EBC no se opone a una economía de mercado; al contrario, considera que el sistema puede ser modificado de forma que se premien sus virtudes y, por pasiva, se desincentiven las conductas que menos benefician a la sociedad.
Este nuevo sistema de economía puede dar a la empresa un valor añadido. En la medida en que el modelo de la Economía del Bien Común se vaya extendiendo entre administraciones y empresas, además de la satisfacción personal y profesional que aporta, permitirá identificar mejor la contribución de cada entidad a la economía sostenible y consolidar en un futuro próximo una preeminencia de la empresa en los procedimientos de compra y contratación pública, así como en posibles ventajas fiscales.
Municipios del Bien Común
Se trata de la segunda parte del programa, y continúa las experiencias que ya existen en Austria, Italia, Alemania, Suiza y otras partes de España, trabajando en la senda de conseguir al final del proceso una Isla del Bien Común. En 2018 se convocó a alcaldes y concejales de los ayuntamientos tinerfeños y se realizaron varios talleres con personal municipal y fuerzas sociales y económicas (asociaciones, centros docentes, empresas, etc.) para presentarles una introducción a la EBC y seleccionar los municipios que quisieran ser “pioneros” en su aplicación, potenciando que se lleven a cabo políticas y prácticas en la sintonía del bien general o común, como la contratación ética, relaciones laborales justas e igualitarias o la transparencia. Se desarrollan cinco grandes áreas para conseguir las respectivas cinco “semillas del bien común”, que son los hitos a alcanzar por los municipios que emprenden el proceso de adhesión a la EBC:
- Balance del Bien Común Municipal (equivalente al de las empresas del bien común).
- Índice del Bien Común (evaluación del bienestar en el municipio hecha de forma participativa por la ciudadanía consultada).
- Promoción de la EBC en organizaciones privadas o públicas del municipio.
- Creación de la Asamblea Democrática.
- Participación en la creación de una Isla del Bien Común.