Una nueva planta del Complejo Ambiental de Tenerife evitará enterrar 76.000 toneladas de residuos orgánicos al año
El presidente del Cabildo, Pedro Martín, indica que se han invertido 1,5 millones de euros en rehabilitar y poner en funcionamiento una instalación que llevaba parada desde 2018 por problemas en su estructura
El consejero de Desarrollo sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez, apunta que es un objetivo de la corporación insular reducir drásticamente la cantidad de residuos que van a celda de vertido
La planta de bioestabilización del Complejo Ambiental de Tenerife tratará, a partir de ahora, más de 76.000 toneladas de residuos cada año, tras la puesta al día de las instalaciones “que se hallaban en un estado ruinoso y con su producción parada desde 2018”, afirmó el presidente del Cabildo Pedro Martín en una visita al Complejo Ambiental de Tenerife, en Arico.
El presidente añadió que “la institución insular ha invertido más de un millón y medio de euros en la puesta a punto de esta instalación para poder ponerla en marcha de nuevo y dejar de enterrar una gran cantidad de desechos que podrán destinarse posteriormente en algunos usos de agricultura, jardinería, mantenimiento de carreteras, etc, y así evitar seguir enterrando y ocupando territorio en Tenerife con materias que al fin y al cabo son recursos o materias primas”.
“La reactivación de esta instalación es un avance muy grande y viene a complementar otras actuaciones en las que venimos trabajando en la gestión de residuos, como la planta de envases o algunas nuevas iniciativas en las que empresas privadas vendrán a darle una nueva oportunidad a la basura, como es el caso de la adjudicación de otra parcela en el complejo para la instalación de industrias del reciclaje en Tenerife”, apuntó el presidente.
“Este es el arranque, y con él facilitamos a los ayuntamientos la implantación del quinto contenedor”, comentó Pedro Martín, y recordó que “en el caso de Santa Cruz y Granadilla ya hay proyectos piloto de cubos solo para materia orgánica”, y reforzó la idea de que “si conseguimos que se recoja la materia orgánica en origen reduciremos el impacto medioambiental que genera la basura, pero para ello necesitamos el apoyo decidido de los ayuntamientos”.
“Uno de los objetivos prioritarios de la corporación insular, en cuanto a gestión de residuos se refiere, era reactivar esta planta, ya que no tiene sentido que un territorio con la vocación de conservación esté permitiéndose un quiebro energético como el de enterrar residuos que puedan ser valorizados y convertidos en recursos”, apuntó el consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez.
El consejero añadió que “convivimos con un desarrollo tecnológico que permite dar lugar a la economía circular, y nosotros apostamos por esa vía, y la puesta en marcha de esta planta es un ejemplo de ello, la de reactivar una nave que estaba cerrada desde 2018 por patologías estructurales”.
La planta de bioestabilización podrá tratar 76.000 toneladas/año de materia orgánica procedente del contenedor gris, que generará un material bioestabilizado con aplicación en mejora de estructura de suelos agrícolas, jardinería conservación de taludes, etc. Lo que se traduce aproximadamente en unas 6.300 toneladas al mes, que al pasar por esta planta dejarán de enterrarse en las celdas de vertido.
La obra de mejora que se ha realizado ha costado 1.189.760 de euros y la intervención consistió en el desmonte las estructuras existentes, incluyendo las cubiertas y sustitución de los cerramientos por otros nuevos; reinstalación de tuberías de distribución de agua; reinstalación de cuadros eléctricos; reinstalación de conductos de ventilación; señalizaciones; instalación de una caseta para la oficina e instalación de sistemas de extinción de incendios.