El Ecoeje Birmagen-Añaza puede ser un espacio estratégico para el agroturismo y el turismo familiar
La Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, aprobada en Estocolmo el 16 de junio de 1972, sentaba las bases de lo que sería el Desarrollo Sostenible, basados en la definición del Informe titulado “Nuestro Futuro común”, de 1987: “El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades».
En esa línea, la Organización Mundial del Turismo (OMT) trabaja en incluir en sus políticas el desarrollo sostenible. Para ello, colabora con diferentes socios, instituciones internacionales y regionales, organismos de las Naciones Unidas y organizaciones internacionales. Y principalmente, destaca los objetivos 8, 12 y 14 de desarrollo sostenible como esenciales para el sector turístico: Promover el trabajo decente y el crecimiento económico, de forma sostenible, e inclusiva; garantizar modalidades de consumo y producción responsables y conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos.
Desde esta perspectiva, el Cluster Tenerife de Innovación Turística, Turisfera, ha realizado un minucioso estudio del Ecoeje Birmagen-Añaza, tras la propuesta por parte del Área de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Cabildo de Tenerife para tratar de aprovechar las oportunidades del entorno, mediante la creación de sinergias como forma de mejorar las condiciones de vida de la población, así como crear empleo y ayudar a la conservación del medio ambiente.
El estudio realizado se ha centrado en el desarrollo del turismo en la zona, basado principalmente en el turismo sostenible y turismo comunitario. En concreto se busca el desarrollo del agroturismo y el turismo rural.
La creación de estos nuevos productos de turismo y ocio vinculados al medioambiente rural, especialmente en el entorno agrícola del Ecoeje Birmagen-Añaza puede generar oportunidades de empleo y emprendimiento que aprovechen los recursos actuales en la zona.
Por ello, se ha puesto el énfasis en la posibilidad de explorar la vinculación entre el sector turístico y la agricultura en el Ecoeje. El objetivo ha sido explorar, con los propios vecinos y asociaciones locales, acciones relativas al emprendimiento vinculado a productos turísticos y espacios agrícolas de la zona.
El proyecto realizado está dirigido a la oferta turística de la zona, así como las asociaciones con iniciativas ecosociales, que tengan interés en desarrollar programas de formación y empleo alrededor de la temática señalada.
De hecho, el Ecoeje Birmagen-Añaza dispone de alojamientos rurales, áreas recreativas, valores etnográficos y un espacio donde desarrollar todas las actividades relacionadas con la naturaleza como el senderismo, paseos a caballo, cicloturismo y muchas más.
Turisfera señala en sus conclusiones que, desde hace ya algún tiempo, en los destinos turísticos que disponen de una larga trayectoria, se busca la diversificación de la economía turística, a través de la creación de nuevos productos turísticos diferenciadores para el destino.
Estos nuevos productos pueden desarrollarse alrededor de aspectos como la puesta en valor y la protección del patrimonio natural y cultural, que, por un lado, permite la creación de una economía turística más ligada al territorio, que ofrece a la población local la oportunidad de emprender negocios poniendo en valor los recursos locales para atraer visitantes y recibir ingresos y, por otro lado, permite la sensibilización sobre el cuidado de esos recursos y los propios valores ambientales y culturales de la población.
El Ecoeje Birmagen-Añaza, además, es un espacio donde coexisten diferentes y numerosas iniciativas de carácter social, que vienen desarrollándose en este territorio desde hace lustros, lo que indica que se trata de un lugar donde la población local ya tiene cierta importancia en lo que respecta a la generación de actividades de interés para la comunidad, asociadas al cuidado de los valores sostenibles (permacultura, ecología, empleo verde) y posee un marcado carácter colaborativo.
El Ecoeje Birmagen-Añaza puede ser un espacio estratégico para la generación de estas alternativas económicas, precisamente poniendo en valor su potencial paisajístico y cultural, basado principalmente en la tradición agrícola de la zona, unida a los recursos agrarios disponibles (tierras abandonadas que pueden volver a ponerse en uso).
Se propone que se establezcan sinergias con el sector turístico, pues es el principal sector económico en la isla y, además, posee una amplia capacidad de diversificación a través de la generación de nuevos productos y servicios.
En concreto, teniendo en cuenta lo anterior, y observando la importancia a nivel internacional que tiene el auge del desarrollo de productos turísticos sostenibles, se entiende que el segmento turístico que más importancia reviste para el futuro del Ecoeje Birmagen-Añaza sea el agroturismo, así como el turismo familiar.
El objetivo debe ser mejorar las condiciones actuales en la zona, generando fuentes de empleo y emprendimiento, a través de un desarrollo turístico sostenible, que permita aprovechar los beneficios medioambientales, sociales y económicos de trabajar en esta línea para el destino turístico Tenerife en su conjunto.